às portas de huelva

Falta-me o fôlego. A tarde vai acabar toda num dedal prolongado de álcool. Receio não saber aguentar-me como os touros fortes que enfrentam a morte sob quarenta e dois graus sem sombra às portas de Huelva. Pela manhã bem cedo, nas bermas del Tinto, senti um vento ou brisa, uma maresia muito densa na ténue neblina. Como se pudesse ter ali a língua provando o sal do teu corpo e mar. E eu sem fôlego, afogando-me num mar de dedal. Crês, se eu te disser com muito carinho, que enjoei já do quanto me sabia a agridoce ameijoa ao centro do teu corpo? Tudo isto, amor, tudo isto é um simples postal, por já não estar contigo. E longe, sabendo que fui touro fraco em ti. Faz quarenta e dois graus às portas de Huelva se o mar não for seu único cicerone. Não sou touro para enfrentar a morte que sugeres a cada orgasmo. Por isso, já não volto. Por herança do que (não) fomos, recorda-me com este postal.

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(foto de autor desconhecido)

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a las puertas de huelva

Me falta el aliento. La tarde se acabará entera en un dedal prolongado de espíritu. Temo no saber sostenerme como los toros fuertes que enfrentan la muerte a cuarenta y dos grados, sin sombra, a las puertas de Huelva. Por la mañana temprano, en los márgenes del Tinto, sentí un viento o brisa, una salinidad densa en la tenue neblina. Como si pudiera tener allí la lengua probando la sal de tu cuerpo y mar. Y yo, sin aliento, ahogándome en un mar de dedal. ¿Crees, si te lo digo con mucho cariño, que ya me empalagué de cuánto me sabía a agridulce almeja el centro de tu cuerpo? Todo esto, amor, todo esto es una simple postal, por ya no estar en ti. Y desde lejos, sabiendo que fui toro débil en ti. Hace cuarenta y dos grados a las puertas de Huelva si el mar no es su único cicerone. No soy toro para enfrentar la muerte que sugieres en cada orgasmo. Por eso, ya no vuelvo. Como herencia de lo que (no) fuimos, recuérdame con esta postal.